Bóvedas realizadas con adobes para el cerramiento de un baño seco de compostaje.
el concepto sigue siendo el mismo : tener hoy una calidad de vida satisfactoria, sin poner en peligro mañana, la capacidad de las próximas generaciones para poder tenerla también .
Lo primero fue descubrir las maravillosas bóvedas que construyen los "bovederos" mexicanos. El origen de esta técnica no está muy claro, aunque lo más probable es que los albañiles catalanes en el siglo XVII, realizasen bóvedas catalanas y enseñaron la técnica a albañiles mexicanos, los cuales, poco a poco, desarrollaron su propia técnica.
El segundo paso fue fabricar los 400 ladrillos necesarios para cerrar el cuarto de 2 m por 1,5 m. Igual que en México, los hicimos de 5x10x20 cm, una vez secados al sol, pesaban unos 900 g.
Luego, hice una maqueta con adobecitos de yeso.
Me hubiera encantado pasar un mes en Guanajato, México, para aprender con los bovederos, pero no se pudo. Así que me fijé muy bien en los vídeos de Youtube, como cualquier otra persona.
Hay diferentes técnicas utilizadas según si los muros forman un cuarto cuadrado o rectangular. También se puede mezclar diseños y funciona.
Estos techos,se realizan y luego trabajan en compresión. Igual que una fila de domino tumbados, cada uno se apoya sobre el de abajo. Un cierto ángulo de colocación, una superficie rugosa, una argamasa líquida y pegajosa y bastante arte al momento de pegar los adobes, son suficientes para cubrir vanos larguísimos (8x8 m / 10x12 m....).
Techos sin vigas ni tablones de madera, la realización sin cimbras ni moldes. Así conseguimos conservar los árboles verdes, con raíces en el suelo y nidos en sus ramas, transformando CO2 en oxígeno, para mis hijas y sus nietos.
Cúpulas y bóvedas prefieren zonas geográficas más bien secas. Por lo tanto decidí cubrirla con tejas, también para respetar el estilo arquitectónico del barrio.
En Tenerife, en la "Aldea infantil SOS Children" se organizó, como cada verano, un campo de trabajo para jóvenes, procedente de Canarias y de la península. Todos ellos participaron en varias formaciones, entre las cuales la de "albañilería con tierra". Me invitaron a construir con ellos y con los adobes elaborados en el mismo centro, una bóveda recargada sobre base cuadrada.
Fue una linda experiencia, con el entusiasmo de las jóvenes, el cariño y el cuidado de los organizadores y en 8 jornadas el resultado de una linda bóveda, resistente y con una huella ecológica mínima.
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